Como venía diciendo, era una historia diferente a lo que venía haciendo, pero que además el público al que está orientada es de menor edad, esto hace que la narrativa sea más simplista, y estereotipada si se quiere, cayendo excesivamente en clichés muchas veces necesarios, fue planificado como un punto de ingreso al mundo de los comics y los superhéroes, planteado desde ámbitos reconocibles y sin correr mayores riesgos, cuidando lo expuesto (aunque algún culete sabrosón se me haya deslizado por alguna viñeta). Tenía la historia, tenía los personajes, tenía color. Pero faltaba algo más atractivo y práctico, ya que el objetivo era que los lectores se apropiaran de los personajes.
Así comenzó la tarea de buscar un elemento que llevase a dichos lectores a involucrarse de manera práctica y tangible con los personajes de la historia. Y para lograrlo, volví a otra de mis pasiones.
Hablar sobre el inicio de un dibujante como tal es siempre un relato casi hasta sin sentido, puesto que cada dibujante te va a decir que no empezó en ningún momento a dibujar, sino que más bien nunca se detuvo, porque esa es la realidad, inherente a todos los seres humanos, todos desde siempre dibujamos, la diferencia es que el dibujante jamás se detuvo, hablar de talento, estilo, técnica etc, sólo se desprende de la perseverancia, la práctica, la constancia y las ganas de ir mejorando. La mayoría de la gente va renovando sus intereses y pasando al entrenamiento de otras habilidades, abandonando las que su cerebro les dicta que ya es tiempo de dejar de cultivar, hayan alcanzado un dominio real o simplemente consideren impráctico seguir el progreso. Esto es lo que sucede con el dibujo. Pero si hay disparadores en la vida de un artista, a nivel personal debo decir que en mi caso fueron dos, primero la fascinación por el mundo del comic, y en segundo lugar, la pobreza, jajaja....
De niño en mi casa la plata era la justa, vivíamos con muchas falencias, falencias que hoy en día valoro como verdaderos motores y forjadores de un temple y una manera de afrontar la vida. Pero la realidad era que para un gordito que amaba los superhéroes, y sobretodo Spider-Man, sin acceso a los mejores juguetes, ya sea por cuestiones económicas, geográficas o lo que fuere, el entretenimiento era algo bastante complicado.
Juguetes, figuras de acción, acceso. Elementos clave que hoy en día se viven de manera tan distinta. En aquellos años, fines de los 80`s, principios de los 90`s, las figuras de acción que existían en el mundo y particularmente en Argentina eran bastante pobres, con una articulación mínima y una calidad cuestionable, si tenemos en cuenta además que latinoamérica ya se comenzaba a perfilar como el paraíso de la falsificación, los sobreprecios ridículos que aún hoy seguimos pagando por copias baratas y de malísima calidad de un producto americano, lo que se conseguía cuando se conseguía, era una verdadera porquería.
Entonces me decidí a crear mi manera propia de hacer juguetes, así nacieron mis comiquísimos muñequitos de papel, personajes plasmados con toda su bidimensionalidad en una icónica pose, a veces dibujados también por detrás, esos muñequitos me brindaron todas las herramientas para recrear esa magia que tenía dentro de mi cabeza, la interminable flexibilidad del papel me proveía toda la articulación que pudiera desear. Años y años pasaron con este medio de entretenimiento evolucionando y poblando cada momento libre, hasta que la pubertad se llevó todo eso.
Los años pasaron y descubrí el papercraft (o pepakura) que para aquellos que no lo saben, es una disciplina artística derivada del origami japonés, que consiste en armar figuras de mayor o menor complejidad hechos con papel o cartón, a través del doblado, cortado y pegado de distintos componentes, hay papercraft de distintos niveles de complejidad, y con este método se puede armar absolutamente cualquier cosa que te propongas, hoy en día se consiguen online modelos de prácticamente lo que sea, armas, vehículos, personajes, etc. Y papercraft de superheróes hay millones, modelos que se pueden hacer en una tarde y otros que pueden llevar meses de arduo trabajo.
Yo quería involucrar a los lectores de Batalla en una manualidad así, pero que la complejidad de los modelos no implicara la pronta frustración y posterior abandono del proyecto. Quería una manera de dotar de tridimensionalidad a mis personajes sin necesidad de pasar meses elaborando un complicadísimo modelo.
Busqué, investigué, deseché desde un primer momento la articulación, para esto no es necesaria, ya con eso descartamos varios modelos ya existentes, aunque la mayoría de los mismos disponibles en internet son modelos estáticos, pero todo lo que encontraba eran modelos super sencillos, donde las anatomías eran simplificadas al extremo, las proporciones físicas no se respetaban, o sino, modelos difíciles de hacer, y de manera muy costosa. Un buen día dejé de buscar una fórmula mágica que llenase todas mis expectativas, y saqué a relucir mi faceta de diseñador, sabía que alcanzar el punto que me satisficiera llevaría mucho tiempo, mucho ensayo y error, miles y miles de pruebas, horas y horas de cálculos milimétricos, ya que si bien hoy en día existen softwares que elaboran los modelos de manera automática, donde uno puede elegir el nivel de complejidad y esperar dos segundos y tenerlo listo sin transpirar una gota, primero, no los tengo, segundo, no los sé usar, tercero, no confío en que la inteligencia artificial sepa qué es lo que yo quiero.
Dos años de trabajo paralelo a la realización del comic Batalla se hicieron sentir, teniendo en cuenta que además tenía dos trabajos "reales", hijos, familia, problemas de adulto, todo un logro si consideramos eso.
Así nacieron los P.A.F., es el nombre que decidí darles. Paper Action Figures, aunque mucha "action" no tienen porque son estáticos, pero el nombre viene justamente por que son una alternativa a las action figures existentes hoy en día, desde la escala hasta el estilo. Las P.A.F. son modelos de un papercraft super básico, una dificultad mínima o media, un mínimo de 17 piezas para armar y ensamblar. Las formas no son perfectas, y la tridimensionalidad y el volúmen son logrados a través de la combinación de esta técnica y de mi habilidad como dibujante, que aporta una profundidad sugerida, pero que al ojo humano, cumple.
Batalla ya tiene su plataforma y los modelos están en proceso, pero había que testear, ahí entra Spider-man.
Spider-Man es desde toda mi vida mi personaje favorito, es todo lo que está bien en el mundo de los cómics. Uno de los aspectos más atractivos y explotados hoy en día del personaje es su infinidad de trajes y versiones alternativas, y van casi por las 600 actualmente, qué mejor manera que empezar a testear estos P.A.F. que haciendo todas las versiones que pueda del arácnido.
Hoy les traigo un modelo que va a ser el primero en publicarse, hay muchos hechos ya, pero después de forzarlos a leer tanto relato, hay que cumplir. El proceso de ensamblado lo subiré después, pero para aquellos que están más o menos acostumbrados a hacer modelos de papercraft van a intuir cómo se hacen.
Sin más les ofrezco de manera absolutamente gratuita el Classic Spider-Man, tal cual apareció por primera vez aquél 15 de Septiembre de 1962 en el Nº 15 de Amazing Fantasy de Marvel, escrito por Stan Lee y dibujado por Steve Ditko. Y antes de que se arme la controversia por algún detallito en el diseño, aclaro que así apareció en la primer copia que adquirí del mismo.
Como lo había prometido, acá van las imágenes del P.A.F. ya terminado, y en la siguiente entrega un detalladísimo instructivo para la correcta confección de los P.A.F.
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