CACIQUE COMICS: mayo 2020

Hoy, como no es poco habitual, no puedo dormir, pero tampoco me siento motivado como para dibujar. Y sí, a veces tenemos estos días. Esta interminable temporada de cuarentena que cada vez hace menos sentido, se ha convertido en una batalla constante contra la depresión y el desánimo. Y eso es algo contra lo que los artistas debemos luchar a lo largo de toda nuestra existencia. Y si tenemos en cuenta todo lo que implica un encierro involuntario, esta metamorfosis drástica en nuestra forma de vida, todo se vuelve más pesado aún.
Personalmente, siempre he sentido al proceso creativo como mi cable a tierra, la llave de la cordura y a su vez la desconexión; resulta terapéutico, liberador y relajante. Pero al ser una disciplina tan emocional, tan visceral, cuando hay algún ruido dando vueltas en tu cabeza, se pone cuesta arriba. Peor aún cuando ese ruido no tiene un rostro definido.
En este período me dediqué no sólo a seguir trabajando en SOMBRAS, sino también a conocer y conectarme con más gente que estuviera haciendo lo mismo que yo, o parecido. Siempre supe que en nuestro país se hace mucho comic, y esa es una realidad que probablemente la mayoría de la gente no sepa, en Argentina hay infinidad de dibujantes, guionistas, autores integrales, etc. El mercado del comic nacional jamás cesó su producción. Y no hablamos sólo de un Jorge Lucas con su Cazador de los ´90, ni rememorando a H. G. Oesterheld con la opera prima de nuestra historieta El Eternauta, no hay ninguna necesidad de retroceder tanto en el tiempo, porque esto jamás se detuvo. Ya lo decía el gran Fontanarrosa: "En todo pueblo hay por lo menos un historietista y una banda de Rock", sumémosle a eso el paso de las décadas y obtenemos un volumen de producción que podría fácilmente rivalizar con el de cualquiera de las grandes empresas que dominan el mercado internacional.
No todo el comic que se produce tiene el mismo color, y esa diversidad agrega más atractivos, se tiñe de aires más artísticos, poéticos, bohemios y hasta políticos, como la vida misma.
Pero voy a remitirme exclusivamente a un tipo de comic, el que yo hago, comics de superhéroes, Superhéroes Argentinos.
Ya he relatado que yo vengo trabajando en SOMBRAS desde 1998, y eso es demasiado tiempo, y en el medio hubo muchísimo tiempo perdido también. Porque si lo hubiera hecho sin pausa ya andaríamos cerca de los 300 números.... y vamos siete....Pero, ¿por qué fue así? ¿Qué pasó en el medio? ¿Se puso tan difícil la vida que debí parar? Bueno, sí y no. Obviamente, y como a toda persona le habrá pasado, muchas veces la vida me dejó patas para arriba, muchos golpes me tumbaron, muchas veces perdí la mano, metafórica y literalmente.
Ya lo dije, y siempre lo hago, el arte es visceral, tiene que proveer y alimentar, pero debe ser también provisto y alimentado. No es fácil crecer y haber vivido entre personas que no comprenden de qué se trata el comic, coexistir con personas que no leen comics, que no los entiende, gente que considera que los superhéroes son un producto pura y exclusivamente representativo de la cultura norteamericana, o muchísimo peor aún, que consideran que los comics, por contener "dibujitos", por los superhéroes, son "para chicos", como los cuentos de hadas o las películas de Disney. Esa gente tan ignorante se gana mi total desprecio a perpetuidad, pero lo disimulo bien. En todo caso suelo brindar bien fundamentadas explicaciones, que me doy cuenta que toman como justificaciones para hacer "dibujitos", es que es así, uno no aprende lo que no quiere aprender.
Sí, hoy están de moda los superhéroes, gracias a Marvel y sus películas, lo cual lejos de beneficiarnos, prostituye aún más nuestra dedicación como historietistas, y muchas veces nos rodea de neófitos precoces que se disfrazan de sabedores y se envalentonan a enjuiciar creaciones con una total falta de respeto. Está bien, supongo que no hace falta haberse dedicado toda la vida a leer comics para tener gustos y preferencias, pero sí que se necesita tener cierto trasfondo, es cultural, hay que haber conocido más que un par de películas que por muy entretenidas y bien producidas, no dejan de despojar la riqueza de un mundo maravilloso. Aunque no me he encontrado con "críticos" de esta calaña menospreciando mis trabajos, sino más bien lo opuesto, pero aún así, su opinión me tiene realmente sin cuidado, sólo reconozco que existen.
Pero volviendo al hilo clave, toda mi vida escuché el típico: "¡Guau, dibujás muy bien, vos deberías estar trabajando para Marvel!", y eso está bien, me imagino que a todos los creadores les dicen eso siempre, pero acá está la cosa ¿De qué sirve esa opinión de alguien que no sabe un culo de comics? ¿Provee algún tipo de apoyo? Y...a veces sí, a veces no.
Los artistas somos extremadamente autojuiciosos con nuestro trabajo, lo que nos lleva a ser buenos en lo que hacemos nace justamente de esa necesidad de ser mejor cada día, de aprender, de perfeccionar, de nunca estar satisfechos. Muchas veces esta naturaleza nos juega en contra, nos lleva a posponer, y hasta a abandonar. Y es un poco, o bastante, lo que me sucedió a mí.
Por eso desde 1998 hasta ahora, 22 años después, sólo llegamos hasta acá, un par de intentos fallidos, un par de aciertos a lo grande y finalmente un retorno triunfal pero pacífico, tranquilo, relajado. Con una visión renovada, habiendo hecho las paces con lo que mis manos y mis ideas crean. Sin presiones. Y es así, a paso lento pero seguro, que se consiguen las cosas. Sin exigencias.
Otro fenómeno que suele ser muy desanimante en la vida del historietista es la comparación, propia. Uno ve y conoce el trabajo de otros creadores, y se apabulla cuando encuentra talento, se lo comen las dudas y las inseguridades y se queda congelado en esa incertidumbre e insatisfacción. "Fulano dibuja mucho mejor que yo, Mengano hizo una historia parecida pero mejor escrita, este superhéroe es igual al mío pero con bigote, esta idea ya se hizo y se explotó en 1994 y yo recién la conozco..." Realidades de las más frustrantes, y sucede, y mucho. La cura es replantearse tus propósitos, las metas, ¿Qué buscás alcanzar con tus comics? ¿Para qué hacés comics? Fue lo que yo tuve que hacer para retomar la senda.
¿Cómo y cuándo reinventarse? Mi proceso fue paulatino, y mucho de él ya lo he relatado, comencé a proyectar SOMBRAS como algo muy distinto a lo que ahora es, y durante años peleé para sacarlo adelante, para darle forma, para mejorarlo, pero nunca despegó.
Necesité de una sacudida definitiva para despertarme, y empezar a entender de a poco lo que estaba sucediendo y los porqués. Para mí el punto de quiebre fue el comenzar a trabajar profesionalmente dibujando historietas, y en muchos sentidos eso salvó mi vida, pero no fue instantáneo.
En ese punto debí priorizar, debí elegir, o abrazaba esta vida y comenzaba a crear, a tomármelo en serio, o me alejaba de esto que siempre había amado hacer para siempre. Eran esas dos opciones y no había más, no había tiempo para tibiezas. Elegí seguir, pero inmediatamente no alcancé a brindar lo mejor de mí, y es una deuda que siento que tengo para con mi paso por el mundo profesional, lo que produje no fue mi 100%. Pero por algo suceden las cosas. Y ahí, en la cresta de la ola, tomé la tangente. Entendí que esto debía hacerme feliz, pero no consumirme, que puedo crear lo que quiero crear y que no estoy obligado a hacer lo que no quiero hacer. ¿Qué importa que te publiquen las editoriales? ¿Cuánto vale ese ridículo título de "profesional"? ¿Es eso lo que me va a brindar la felicidad, que los demás sepan que lo soy, que se vea "la chapa"?
Y no, hacer comics no tiene que hacerme famoso, ni rico, ni debe llevarme a trascender límites y fronteras, hacer comics debe brindarme la paz cuando me tiembla el párpado, debe relajar mis ansiedades cuando no puedo dormir, debe regalarme la sonrisa cuando me gusta cómo me salió una viñeta, una portada, cómo ejecuté una idea. Pude replantearme las razones, pude entender por qué tenía esta habilidad, para qué existía esto en mi vida. No para todos va a ser igual, mucha gente necesita ser vendido, ser leído, ser reconocido, valorado y gustado. Mucha gente hace comics para el público, yo en cambio hago comics para mí, y lo demás es consecuencia, un agregado, un aliciente, pero jamás un objetivo.
¿Quiero ser conocido, o reconocido como creador de comics? No me molestaría, digamos que lo preferiría, pero créanme cuando les digo que no me quita el sueño en lo más mínimo. Soy un historietista cordobés, del interior de la provincia, nacido y criado en sociedades culturalmente herméticas, sin más apoyo que las infundadas frasesitas ya mencionadas de desconocedores amables. En Buenos Aires hay mucha más gente que entiende y se dedica, aunque en esto no existen exclusividades, pero la mayoría de lo que se produce se produce allá. Supongo que siempre habrán sido culturalmente más permeables.
Y con mucha de esa gente me estuve contactando y conociendo, para socializar, para compartir, y aunque siempre van a existir los celos, la competencia y los egos, como en todo orden de la vida, he hablado con gente muy copada, y he visto trabajos impresionantes, de muchísimo talento, que lejos de amedrentarme, hoy en día lo tomo como una motivación. Aproveché para hacerle un poco de publicidad a Cacique Comics, ya que estaba. Le di un poco de vidriera, mostré bastante de lo que he creado, algunas opiniones recibí; algunas ideas, diseños y conceptos me choriaron también, o serán esas recurrentes y odiosas coincidencias qué sé yo. Pero la he pasado y la paso bien, me divierto, me entretengo, y conozco que siempre es bueno.
Si eso atrae lectores, qué bueno, aunque no es el objetivo. Igualmente casi el 90% del público, son también quienes crean, y todos creen tener el pito más largo, así que la lectura, si existe, siempre es juiciosa y comparativa.
Calculo que lo importante siempre es producir algo único, distinto, nuevo digamos. Y eso es muy difícil, ya nada nuevo se puede crear, o casi. Yo me concentro en hacer lo mío, y como me gusta a mí.
Hoy SOMBRAS avanza, y ha caminado más en este último año que en las anteriores décadas, por algo sucedieron las cosas así, no pierdo tiempo ya en analizarlo, ni me lo recrimino, gran parte de crecer como persona, como hombre, y también como artista, es aprender a perdonar y perdonarse.
Al fin y al cabo, aunque existan muchos creadores que produzcan mucho más material que yo, yo soy uno, un tipo que hace todo solo, sin más herramientas que las que de a poquito me pude ir procurando, luego de una vida de carencias y sacrificios, y sin más apoyo que el de gente que se conforma con que esto no les sea de ninguna manera un obstáculo, pero que carecen de un interés real en ello más allá de su manifiesto y bien intencionado apoyo moral, y sabiendo que esta no es mi profesión, que no puedo ni podría dedicarle el tiempo que se merece, o que me gustaría, no puedo más que hacerlo siempre con una sonrisa, y una devoción difícil de igualar.
¿Dónde llegará SOMBRAS? No hay manera de saberlo, pero no forma parte de las preguntas que suelen poblar mi mente. Sería lo mismo que seguir mortificándose por saber si alguien realmente la lee, o si alguien realmente está leyendo este escrito. Y como ya mencioné, ese no es el objetivo, el objetivo ya está cumplido, el proceso creativo ya ha cumplido su misión, y debe continuar haciéndolo. Y tengo fe de que así será, para siempre.

Esta es una imagen que vale la pena compartir, que no dibujé yo, sino el gran Darío Brabo (y yo la coloreé), haciendo honor a algunos de los personajes del comic nacional independiente, esta vez Golognak de Pablo Castillo, El Núcleo de Jorge Luis Blanco, Redescarnio de Ariel Clemente y por supuesto el inconfundible Piel de Lobo de Cacique Comics. Grandes personalidades de la escena independiente actual. Sobretodo Darío de Kebondi Comics, un sitio dedicado a la difusión de historieta nacional de muchísima audiencia, en el que existe la posibilidad, aunque no se ha discutido aún, de subir también Sombras.
Darío ha realizado varias "portadas" jugando con distintos personajes independientes, como en este caso, hay un buen par más, las pueden ver en su facebook, búsquenlo por nombre, no estoy autorizado a compartir.
Como detalle interesante les cuento que, considerando mis precarias condiciones de trabajo habituales, a saber, una PC con canas, un mouse de $15, software del 2007 y nada más, se colgó el programa con el 90% del trabajo hecho, que no había guardado porque soy así medio lelo, tuve que hacer muuuucha magia para recuperar algo de lo que había llegado a producir, aunque la calidad ya no fue la misma, pero bueno, así y todo estoy bastante conforme con el resultado, a ustedes qué les parece?

Más enlaces interesantes, de los que se pueden compartir:

El sitio Kebondi, mucho comic argento acá

El sitio de Jorge Blanco y El Núcleo

Acá el mencionado dibujo:

Lápiz y Tinta: Darío Brabo
Color: Cacique