En cierta oportunidad, y en medio de una complicada etapa de transición en mi vida, sucedió algo fuera de lo común, y nunca me voy a olvidar de cómo fue:
Era un día miércoles, en febrero, me llama el Guille y me dice, necesito que hagas un cómic que informe sobre una temática ecologista, el tratamiento de residuos, pero quiero que sea cómic, una historia, con personajes, eso que hacés vos, no un folleto explicativo. No disponemos de mucho espacio, no más de 10 páginas, una más si necesitás para la portada, la historia la hacés vos, yo te mando la información que tiene que quedar bien clara, de ahí en más vos escribí la historia que se te ocurra, es para un público infantil y preadolescente asíque fijate si le metés superhéroes, y algún personaje en esa franja de edad.
Con éso tenía que laburar, la información para explicar era bastante, pero tenía un medio, y mis habilidades.
Tenía que presentar la muestra a lápiz ese mismo fin de semana, lo cual implica un ritmo de trabajo bastante vertiginoso, tres días y medio aproximadamente para producir una muestra valorable y conseguir la aprobación, pero no me amedrenté, era una oportunidad de hacer lo mío de una manera más profesional, un laburo por encargo, que se iba a distribuir, y era un pedido del Guille. Entonces le mandé fruta esos días como animal para producir la muestra, llegó el sabado y viajé a presentarla. Le mostré al Guille lo que había hecho las 10 páginas y la portada, con textos y todo, los detalles que aún no estaban visibles se los expliqué, le gustó mucho la idea y me dijo que le diera para adelante, eso sí, tenía que salir con fritas, una semana de tiempo, sabrán entender que es re poco tiempo para cualquier artista, pero no me achiqué, o salía bueno bajo presión o fallaba en el intento, y no soy de fallar, y no le iba a fallar justo al Guille, que siempre me había dado una mano. Volví a mi casa ese lunes y esa misma tarde empecé a entintar y a pasar todo en limpio.
Artísticamente ya había empezado a implementar un montón de elementos nuevos en Sombras, por lo tanto ya sabía cómo hacer un montón de cosas mejor ejecutadas, mejores materiales, y una mejor y más práctica manera de organizar mis procesos. Fueron días agotadores de casi no ver la luz del sol, y la historia me llevó a implementar un montón de elementos que no estaba acostumbrado aún, pero que se terminaron convirtiendo en elementos que definen hasta hoy mi manera de trabajar y de relatar, empezando por comprimir en una página las mayor cantidad de viñetas que mi habilidad me permitiese sin que quede muy saturado (fíjense que en este cómic hay una página que tiene como 15 viñetas), simplificar ciertos elementos que no requieren demasiado desarrollo para entenderse, distintos tipos de fisionomías, etc.
La historia es básicamente una sola escena, que transcurre en un basural, con dos adolescentes y un presunto visitante alienígena que hace las veces de voz de la consciencia a través de un relato en flashback, el medio para explicar los peligros de la contaminación ambiental, y la consiguiente toma de consciencia de los adolescentes donde se explicarían los procesos de selección de residuos domésticos.
La historia contiene un mínimo de crítica social implícita, tonalidad de la cual trato por lo general de alejarme, no porque no posea yo una consciencia social, sino más bien porque ya son millones los que usan el medio del cómic para esta tarea, y no me atrae la idea de convertirme en éso.
Sin más detalles y para no hacer ésto más largo que el cómic mismo, les presento El Mensaje.
(El título quedó en Inglés porque en algún momento lo utilicé para un trabajo práctico en mi labor docente)
El Mensaje
Editorial: (...)
Estudio: Cacique Comics.
Historia: Cacique.
Artista: Cacique.
Año: 2008
Uno como artista siempre tiene algunos dibujos que en particular lo enorgullecen, para mí, uno de ellos es una simple viñeta de este cómic, a ver si adivinan cuál es.
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